jueves, 1 de noviembre de 2007

Informe Coordinación Nacional 2005 - 2007

MOVIMIENTO JUVENIL DOMINICANO
CHILE

Es el momento de cerrar un ciclo. El Movimiento Juvenil dominicano de Chile renueva su coordinación nacional por cuarta vez desde el año 1997, momento en el que nuestros hermanos y hermanas mas antiguos, nos dicen que comenzó a gestarse el sueño. El Mjd pasó por varias experiencias que conformaron una historia que sigue un curso natural, un ciclo compuesto de tiempos. Así como las estaciones del año o el ciclo mapuche en el que buscaban leer los mensajes divinos revelados en la naturaleza. A pesar de un trabajo previo de las comunidades de Santiago durante el año anterior, el encuentro continental de jóvenes dominicos del año 1998 fue la celebración propicia que inaugura el ciclo para una renovación de las semillas que se gestaban tímidamente y que fueron preparadas en la tierra de los grupos juveniles desde la espiritualidad del Pentecostés y fortalecida en el Carisma Dominicano. En este encuentro se logra mirar lo que la Familia Dominicana ofrece a los jóvenes dándonos fraternidad, cercanía, conversación, comunión. Posteriormente llega otro tiempo, el de las lluvias que preparan refrescando la tierra ofrecida donde las comunidades de frailes y hermanas dieron sus ejemplos, formación y testimonio. Prosiguió el tiempo de los brotes donde aparecieron varias comunidades en distintos lugares a los que tradicionalmente han participado como Melipilla, Valparaíso, La Serena, Con Con, Yerbas Buenas. El Mjd se enriquecía con lo diverso. Prosigue el tiempo de la abundancia donde existieron iniciativas como formas de trabajar y compartir con una alta cohesión esta abundancia hizo que el Mjd Chile saliera de las fronteras, incluso dando testimonio hacia otros países. Ahora como parte de este curso natural de las cosas, se entra al tempo de los rastrojos donde el corazón se inquieta sintiendo deseos de proyectos personales, familiares y comunitarios mayores. Se da paso a un laicado en formación permanente que mira nuevos horizontes con deseos de nuevas experiencias pero a su vez con temor (lo nuevo siempre asusta) . Este es el tiempo de rastrojos necesario para preparar la tierra para el comienzo del nuevo ciclo. Tarea necesaria es ofrecer una celebración a Dios para que nuestras comunidades sean fértil tierra y que seamos capaces de hacer brotar en nuestro corazón un renovado amor por lo que hicimos y por lo que haremos.

En este año de coordinación hubo dificultades; unas hicieron renunciar a una buena parte de los hermanos y hermanas que nos entregaron su servicio a nuestras comunidades, también expectativas de algunas comunidades que no podrían ser cumplidas en el momento que cruza el MJD, también cambio de intereses que hacen que otros prioricen por otras experiencias. A pesar de lo anterior siempre se mantuvo la hermandad que mantiene intacta a algunas comunidades que se fortalecieron con aportes de los que ingresan como con los que parten además de vivencias de oración y un apostolado que se renueva e intensifica.

Como parte de las acciones sembradas o cosechadas (previa siembra que no fue nuestra) durante este período están:

1. Participación activa en actividades de Justicia y Paz.
2. Renovación y voluntad de mejorar la participación en la FADO (se partió con una carta).

3. Comunicaciones fluidas e información que es bajada a través del correo electrónico.

4. Intercambio de información con MJD Internacional con delegada del Continente en el YDIM como la participación de un delegado de CHILE en encuentro Internacional de Republica Dominicana.

5. Cierre del proyecto de formación ganado en CIDALC entrega oportuna de rendición de cuentas.

6. Mantención del vinculo con Monjas especialmente de Yerbas Buenas.

7. Visitas para animar a las comunidades a lo largo de Chile.

8. Voluntad del nuevo Vicario OP en Chile para el apoyo al Movimiento.

9. Sensibilidad de las hermanas MDSF para fortalecernos.

10. Apoyo de un nuevo asesor nacional de los frailes.

11. Cercanía con los laicos como parte del proceso necesario para madurar nuestra Fe.

Desafíos quedan muchos, así como han quedado siempre que se ha cambiado coordinación, espero que las nuevas personas que sientan ese llamado a servir puedan aportar a este proyecto...uno solo es el requisito que se exige para ello y eso es tener AMOR para entregar al servicio de los demás.

Un abrazo

Paulo Villablanca Quezada
Coordinación Nacional 2005-2007

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